La Universidad de Valladolid, el Cabildo de Tenerife y la Fundación Endesa suscribieron en el día de ayer un acuerdo para proteger y recuperar la biodiversidad del Parque Nacional del Teide. El acuerdo fue suscrito por la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila y por el director general de Endesa en Canarias, Pablo Casado.
La colaboración con la Universidad de Valladolid, a través de su Fundación, consiste en un proyecto de prospección de los cedros antiguos que crecen colgados en los riscos más inaccesibles del Parque Nacional. En el marco de este acuerdo, los investigadores del GIR Cambium de la Escuela Universitaria de Ingeniería de la Industria Forestal, Agronómica y de la Bioenergía (EiFAB), José Miguel Olano y Gabriel Sangüesa, tienen previsto localizar "más especies longevas en un proyecto que tiene un componente de aventura” ya que, según ha expuesto Olano, “seremos los primeros humanos en acceder a algunos de ellos ya que se encuentra, en cortados inaccesibles donde hay que emplear técnicas complejas de escalada".
Algunos de estos árboles tienen más de 1.000 años, como atestiguan los estudios realizados por el catedrático de la Universidad de Valladolid y sus colaboradores. De hecho, uno de ellos denominado ‘Bárbol’, tiene unos 1.500 años y constituye el árbol datado con carbono 14 más antiguo de Europa.
Los investigadores del GIR Cambium de la UVa llevan muchos años colaborando con el Cabildo en el Parque Nacional con grandes resultados como el descubrimiento en 2019 de lo que entonces fue el árbol más viejo de Islas Canarias, con 1.100 años, y en prospecciones posteriores llegaron al antes mencionado de mayor edad de toda la Unión Europea.
Olano ha valorado que esas investigaciones "han servido para comprender el valor patrimonial de los cedros del Teide y, junto con las de otros grupos de investigación, han arrojado luz sobre cómo fue la vegetación del Teide antes de la llegada de los primeros pobladores humanos".
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